Agua de rosas: Hidrata, suaviza y tonifica la epidermis. Es un antiséptico suave y un astringente moderado. Puede utilizarse en las pieles mas secas y es el único recomendado para pieles secas y maduras. Posee propiedades calmantes, antiinflamatorias y refescantes.
Agua de azahar: Revitaliza, regenera, tonifica, descongestiona, refesca y mantiene la flexibilidad de la piel.
Avena: Rico en sales minerales, actúa como antioxidante, retrasando el envejecimiento cutáneo y reestructurando la membrana celular. Absorve fácilmente la suciedad, suavizando la piel. La avena añadida en jabones, ejerce una acción exfoliantes suave.
Flores secas: se usan para decorar jabones y en talcos para los pies, ya que preservan naturalmente las fragancias y propiedades de las plantas.
Manteca de cacao: Por sus cualidades emolientes es adecuado para hidratar cara y cuerpo. Regenera, hidrata y reconstituye la piel, ayuda a combatir la flacidez. Produce un efecto beneficiosos en la formación de colágeno y actúa como antioxidante natural. En la elaboración de jabones da textura y dureza.
Manteca de karité: Muy nutriente. Adecuado para el cuidado de la piel en climas secos, fríos, factores ambientales irritantes... Protege la piel del bebe de las irritaciones que puede producir el pañal. Es anti-irritante por excelencia, perfecto para pieles tendencias rojas o cuperosis. No es comedogénica, por lo que se puede usar en pieles acnéicas. Regenerante celular, anti-edad, suavizante, hidrante, para las durezas... Son múltiples las cualidades de esta manteca.
Zumo de limón: Conservante natural que evita que la mezcla se oxide. Es de efecto antibacteriano, antiséptico y antihongos. Aclara las manchas de la piel.
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